How a Simple Morning Ritual Can Set the Tone for Your Whole Day
Cómo un Sencillo Ritual Matutino Puede Marcar el Ritmo de Todo tu Día
(Español abajo)
Mornings used to feel rushed when my three kids were younger. I’d wake up thinking about my to-do list, grab my phone and read emails and, before I even had my first sip of coffee, I was reacting to the day instead of leading it. Between driving the kids to school and immediately after sitting at my laptop to immerse myself in work, I felt I had no agency over my day.
I’m not a morning person, so this business of waking up early to have some me time just wasn’t an option. I prefer to do that at night, before bedtime.
In the last few years now that the kids are all in their early 20’s, I carve out time in the morning for a simple ritual that helps me get the day started on my own terms. Now, even on chaotic days, I start with way more clarity than I used to. I’m by no means perfect - but I do feel I have a better grasp on my energy and my time.
Why Morning Rituals Matter
How we start the morning influences everything—our energy, mood, and ability to handle the unexpected. A structured morning routine provides predictability and control, which can lower stress and create a sense of stability (Mindtree Psychology). Remember, a morning ritual isn’t about doing more, it’s about creating space to feel grounded before the world starts demanding your attention.
I know you probably know this too, but perhaps find it difficult to implement. Keep in mind that just a simple ritual can help you feel more grounded. It doesn’t have to be long and complicated to be effective.
What My Mornings Look Like Lately
I’ve experimented with different routines over the years, but the one that works for me is simple and flexible. Here’s what my mornings look like now:
A quiet moment before getting up. I take a few deep breaths and check in with myself before my feet hit the floor. Studies show that mindfulness practices like this can improve focus and emotional resilience (EatingWell).
Movement. Some days it’s yoga, other days it’s a short walk or stretching—whatever my body needs. Physical activity in the morning has been linked to improved cognitive function and mood throughout the day. Once you begin your days like this, you will crave it every morning! I am not a morning gym-goer but a little movement goes a long way to get my creative juices flowing after breakfast.
Coffee and journaling. I sip my coffee while writing down thoughts, gratitudes, or just random reflections. Journaling can help process emotions, set intentions, and create a sense of calm before the day begins. Most days, I also connect with my husband, Phil, who works from home most days. We are fortunate to be able to do this. Over coffee we discuss what our plans for the day are (we work together on projects) and then each of us goes to their work station at home to work.
No phone for the first 30 minutes. This was the hardest change, but it has made the biggest difference. Research shows that avoiding screens first thing in the morning reduces stress and increases mental clarity. And we can use a little less stress these days. Mind you it’s not always possible for me, since I need to be available for my kids who aren’t living at home (empty nesting is a whole other animal when you have daring active young adult children like I do), but I aim for that most days.
How To Create A Morning Ritual That Works for You
Your morning doesn’t need to look like mine. The key is to find small, meaningful habits that set the tone for your day. Start with one or two of these:
Pause before getting out of bed. Take a deep breath, stretch, or set an intention. Even if that’s all you do, it will help. I promise.
Move your body. A few yoga poses, a short walk, or even dancing in your kitchen—it all counts. Listen to upbeat music!
Hydrate. Drink a glass of water first thing. It’s a simple act of self-care that supports brain function and digestion. If you can only stomach half a glass, that’s ok too!
Write something down. A gratitude list, a thought for the day, or just a quick note to yourself. Keep a writing pad by the bed so it’s handy.
Resist the urge to check your phone. Give yourself time to ease into the day before diving into emails or social media. If, like me, you want to check Life360 or your messages in case the kids wrote, that’s ok - but put the phone down for the next 30 mins.
A morning ritual isn’t about perfection, it’s about presence. It’s about creating a moment for yourself before the world rushes in. Research confirms what I’ve learned firsthand: small, intentional morning habits have a ripple effect on mental clarity, emotional resilience, and overall well-being (WebMd). Find what feels good, make it your own, and start your day with intention instead of obligation.
What’s one thing you do in the morning that makes a difference? Reply to this newsletter or tag me on Instagram
.Español
Las mañanas solían ser caóticas cuando mis tres hijos eran pequeños. Me despertaba pensando en mi lista de cosas por hacer, agarraba el móvil y leía los correos electrónicos, y antes incluso de dar el primer sorbo de café, ya estaba reaccionando al día en lugar de dirigirlo. Entre llevar a los niños al colegio y sentarme inmediatamente después frente a la computadora para sumergirme en el trabajo, sentía que no tenía ningún control sobre mi día.
No soy madrugadora, así que eso de levantarme temprano para tener un rato para mí no era una opción. Prefiero tener ese tiempo por la noche, antes de acostarme.
En los últimos años, ahora que mis hijos ya tienen veintipocos años, reservo algo de tiempo por la mañana para un ritual sencillo que me ayuda a empezar el día a mi manera. Ahora, incluso en los días caóticos, comienzo con mucha más claridad que antes. No soy perfecta ni mucho menos, pero sí siento que tengo un mejor control de mi energía y de mi tiempo.
Por Qué Importan los Rituales Matutinos
Cómo empezamos la mañana influye en todo: nuestra energía, nuestro estado de ánimo y nuestra capacidad para afrontar lo inesperado. Una rutina matutina estructurada aporta previsibilidad y control, lo que puede reducir el estrés y generar una sensación de estabilidad (Mindtree Psychology). Recuerda que un ritual matutino no consiste en hacer más cosas, sino en crear un espacio para sentirte con los pies en la tierra antes de que el mundo empiece a exigir tu atención.
Sé que probablemente ya lo sabes, pero puede que te cueste ponerlo en práctica. Ten en cuenta que un simple ritual puede ayudarte a sentirte más centrada. No tiene que ser largo ni complicado para ser eficaz.
Así Son Mis Mañanas Últimamente
He probado distintas rutinas a lo largo de los años, pero la que mejor me funciona es sencilla y flexible. Así es como son mis mañanas ahora:
Un momento de silencio antes de levantarme. Respiro hondo unas cuantas veces y conecto conmigo misma antes de que mis pies toquen el suelo. Estudios demuestran que prácticas de atención plena como ésta pueden mejorar la concentración y la resiliencia emocional (EatingWell).
Movimiento. Algunos días hago yoga, otros doy un paseo corto o simplemente estiro—lo que mi cuerpo necesite. La actividad física por la mañana se asocia con una mejora de la función cognitiva y el estado de ánimo a lo largo del día. ¡Una vez que empiezas tus días así, lo echarás de menos si no lo haces! No soy de ir al gimnasio a primera hora, pero un poco de movimiento ayuda muchísimo a activar mi creatividad después del desayuno.
Café y escribir en mi diario. Me tomo el café mientras escribo pensamientos, cosas por las que estoy agradecida o simplemente reflexiones aleatorias. Escribir ayuda a procesar emociones, establecer intenciones y crear una sensación de calma antes de que empiece el día. La mayoría de los días también hablo con mi marido, Phil, que trabaja desde casa casa, como yo. Tenemos la suerte de poder hacerlo. Con el café comentamos nuestros planes del día (trabajamos juntos en proyectos), y luego cada uno se va a su espacio de trabajo.
Nada de móvil durante los primeros 30 minutos. Este fue el cambio más difícil, pero el que ha marcado la mayor diferencia. Está demostrado que evitar las pantallas nada más levantarse reduce el estrés y mejora la claridad mental. Y a estas alturas, un poco menos de estrés nos viene genial. Eso sí, no siempre me es posible, ya que necesito estar disponible para mis hijos que ya no viven en casa (el nido vacío es otra historia cuando tienes hijos jóvenes, activos y aventureros como los míos), pero intento cumplirlo la mayoría de los días.
Cómo Crear un Ritual Matutino Que Funcione Para Ti
Tu mañana no tiene que parecerse a la mía. La clave está en encontrar pequeños hábitos con significado que marquen el tono de tu día. Empieza con uno o dos de estos:
Haz una pausa antes de levantarte de la cama. Respira hondo, estírate o fija una intención. Aunque solo hagas eso, ayuda. Te lo prometo.
Mueve el cuerpo. Unas cuantas posturas de yoga, una caminata breve o incluso bailar en la cocina—todo cuenta. ¡Pon música dinámica!
Hidrátate. Bebe un vaso de agua nada más levantarte. Es un gesto sencillo de autocuidado que favorece la función cerebral y la digestión. ¡Si sólo puedes con medio vaso, también está bien!
Escribe algo. Una lista de agradecimientos, una reflexión del día o simplemente una nota rápida para ti. Ten un cuaderno junto a la cama para que sea más fácil.
Resiste la tentación de mirar el móvil o celular. Date tiempo para arrancar el día antes de sumergirte en los correos o redes sociales. Si, como yo, quieres mirar Life360 o tus mensajes por si tus hijos han escrito, está bien, pero deja el móvil después durante los siguientes 30 minutos.
Un ritual matutino no va de perfección, sino de presencia. Se trata de crear un momento para ti antes de que el mundo se abalance sobre ti. Las investigaciones confirman lo que he aprendido por experiencia: los hábitos matutinos pequeños e intencionados tienen un efecto dominó en la claridad mental, la resiliencia emocional y el bienestar general (WebMd). Encuentra lo que te haga sentir bien, hazlo tuyo, y empieza el día con intención en lugar de obligación.
¿Qué es lo que haces por la mañana que marca la diferencia? Respóndeme a este boletín o etiquétame en Instagram
.
Unlike you, I adore the mornings :) I'm up early, hydrate with 32 oz of water with electrolytes, workout and take some breaths. I do my best to stay off my phone BUT with family on the east coast we're always up and chatting via text in the mornings.
Love this post (and this photo of you!) For years, my morning practice has been to say "thank you" as soon as I open my eyes. No matter how tired or grumpy I'm feeling. It's transformative and often sets the tone for the hours that follow. I don't look at my phone right away, either. Although I could definitely extend that time!